La psicomotricidad es una disciplina que convierte el movimiento en un medio de comunicación tan poderoso que no sólo sirve para transmitir sentimientos si no también para desinhibir al niño , desarrollar su intelecto y proporcionarle la oportunidad de conocer su entorno.
La utilización del propio cuerpo es un aspecto básico del descubrimiento personal que tienen que realizar los niños y niñas en edades muy tempranas. A través del movimiento van organizando mentalmente el mundo exterior que les rodea.
Adquieren nociones espaciales, temporales, de lateralidad, relativas a su cuerpo, a los objetos, a situaciones que les facilitan la adquisición de nuevos aprendizajes y al desarrollo de sus capacidades.
Por ejemplo: el juego con balones.
Este tipo de actividades impulsa a gatear, arrastrarse para perseguir la pelota y cuando son más mayores a correr tras ella para poder alcanzarla. También son una excelente oportunidad para que los niños puedan desarrollar sus habilidades sociales: pasarse la pelota con un compañero, desplazarla juntos, recogerlas en equipo, etc, etc.